Es difícil escapar del papanatismo que nos rodea, del consumismo galopante, incluso en tiempos de crisis___ tanto consumes, tanto vales___ Esta tarde en un conocido centro comercial, la sección de "regalos de San Valentín" ofrecía una increíble selección de objetos horteras o de un mal gusto subido y entre ellos una colección de libros para adolescentes granujientos entre la estética "rosa de fresa" y el "blandiblú"... El colmo del negocio lo forman los libros del tal Moccia, el autor italiano empeñado en convertir los puentes de todo el mundo en un colgadero de candados,
Ah, el amor!
Un buen negocio que se repite cada año por estas fechas...
Como los recitales de poesía amorosa, que como una plaga, también se repiten en estas fechas.
Pero, porfa, eviten los poemas más manidos y los poetas entre el rosa fresa y el blandiblú.
Mariano Ibeas.
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